Cabañas en el mar.

por **Winderwing** Jue 21 Abr 2016, 14:25

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por **Bang Sung Joon** Dom 23 Jun 2024, 03:38

Bang con su corazón latiendo un poco más rápido de lo habitual, se adentró en la cabaña flotante que había alquilado para su celebración de cumpleaños número 36. El aire fresco del mar acarició su rostro mientras cruzaba el umbral de la puerta. La madera crujía bajo sus pies, y el suave balanceo de la estructura le recordaba que estaba sobre el agua.

La cabaña estaba decorada con luces tenues y guirnaldas de papel. Las ventanas abiertas dejaban entrar la brisa y el sonido suave de las olas. Bang había preparado todo meticulosamente: la comida y las bebidas estaban en la nevera, la piscina tenía el agua tibia a pesar del inesperado invierno, y la música ambiental llenaba el espacio con notas suaves y relajantes.

Se detuvo junto a la ventana y miró hacia el mar. Las luces de la ciudad parpadeaban en la distancia, pero aquí, en su pequeño refugio flotante, todo era tranquilo y sereno. Se imaginó a sus amigos y conocidos llegando pronto, riendo y charlando mientras celebraban juntos.

Sin embargo, había una sombra de incertidumbre en su mente. Había invitado a Chiaki, alguien a quien admiraba profundamente, pero aún no había recibido confirmación de su asistencia. ¿Llegaría? ¿O se quedaría atrapada en algún compromiso inesperado?

Bang se dirigió al baño y se miró en el espejo. Se pasó la mano por el cabello, nervioso. ¿Qué diría Chiaki si venía? ¿Cómo reaccionaría al ver la cabaña, la vista al lago y la atmósfera íntima que Bang había creado?

Se recordó a sí mismo que esta no era una gran celebración, sino una reunión tranquila. No necesitaba impresionar a nadie; solo quería compartir este momento especial con aquellos que le importaban. Aun así, no podía evitar sentir mariposas en el estómago mientras esperaba, con el corazón lleno de esperanza, que Chiakiapareciera en la puerta.

por **Seo Gae Young** Dom 23 Jun 2024, 18:34

En el crepúsculo de Winderwing, cuando las sombras se alargan y los secretos del día se desvanecen, Seo Gae, el taciturno médico forense, cierra la puerta de la morgue con un suspiro. El olor a formol y la fría soledad de las autopsias quedan atrás mientras él se encamina hacia la tienda de artículos musicales en la callejuela empedrada.

La campanilla tintinea cuando Seo entra en la tienda. El escaparate está lleno de instrumentos: violines, flautas, guitarras. Pero lo que busca no es un instrumento para sí mismo. Es un regalo para su amigo Bang, cuyo cumpleaños número 36 se acerca. Seo examina las estanterías, buscando algo especial. Y allí, en un rincón, encuentra un cuaderno pentagramado de tapa dura. Las páginas en blanco parecen esperar las notas de una melodía aún no escrita.

Con el cuaderno en la mano, Seo se dirige a su automóvil. En el asiento trasero, una botella de Château d’Yquem, cosecha de un año excepcional, aguarda su momento. La ha envuelto con cuidado en papel de seda y la ha colocado en un paquete junto al cuaderno. Ambos regalos son un tributo a la amistad de años, a las risas compartidas y a los momentos difíciles superados.

El motor ronronea cuando Seo sale del pueblo y se dirige al muelle. El sol se hunde en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos dorados y rosados. Seo estaciona su automóvil en un rincón apartado y recoge los regalos. El puente de madera cruje bajo sus pasos mientras camina hacia las cabañas sobre el mar. Cada cabaña es un refugio, un escondite para aquellos que buscan paz y soledad.

La cabaña de Bang está al final del puente, con las olas acariciando los pilotes de madera. Seo llama suavemente a la puerta y Bang aparece, con una sonrisa amplia y los ojos brillantes. Se abrazan como hermanos, y Seo le entrega los regalos. Bang ríe al ver el cuaderno pentagramado y la botella de vino.

- ¡Por otros 100 años más, mi amigo! - Adentro, las velas parpadean y las olas susurran secretos. Seo y Bang se sientan junto a la ventana, compartiendo historias y risas mientras esperan la llegada de los otros que se sumaran a la alegria del cumpleañero.

por **Osamu J. Mukai** Jue 04 Jul 2024, 04:04

Osamu, con paso firme y corazón expectante, cruzó el antiguo puente de madera que se alzaba sobre las aguas del mar. El viento salado acariciaba su rostro, y el rumor de las olas parecía susurrarle secretos ancestrales. Las cabañas, ahora estructuras minimalistas de líneas limpias, se alzaban sobre pilotes metálicos, desafiando al viento y al tiempo. Los números, en tipografía elegante, marcaban cada entrada. La invitación del cantante Sung Jung lo había llevado hasta aquí.

Osamu recordó las múltiples extracciones de sangre que había realizado para Sung Jung, el hijo del influyente conocido de la directora del hospital. Un favor, un gesto gentil que los había unido en una danza de encuentros fortuitos.

El sendero lo condujo hasta la cabaña, su techo de paja y sus ventanas adornadas con cortinas de lino. Osamu llamó a la puerta con curiosidad. El crujir de la madera al abrirse reveló a Bang, con una sonrisa enigmática y ojos que parecían esconder secretos más profundos que el océano mismo.

— ¡Felicidades por tu cumpleaños! — exclamó Osamu, y su voz resonó en la estancia. El cantante asintió, agradecido, y señaló al otro invitado. — ¡Doctor! No sabia que se conocian, me alegra verlo. — Osamu extendió su mano y saludo al pediatra, ahora forense y se dispuso a sentarse no sin antes, laro estaba, entregar un obsequio al festejado. — En verdad no me habias dado mucho tiempo para escoger un obsequio, pero espero sea de tu agrado... claro, es compartido junto con la señora [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] — continuó; el regalo era sensillo, una fotografia donde estaban él de pequeño y su padre tocando el piano en la casa de la que Osamu consideraba su madre, aunque nunca la habia llamado así por ser su ex suegra.

por **Bang Sung Joon** Dom 14 Jul 2024, 19:02

Bang abrió la puerta de la cabaña con una mezcla de curiosidad y emoción. El aire fresco de la montaña se coló en la habitación, llevando consigo el aroma de los pinos y la tierra húmeda. Seo, su amigo de toda la vida, estaba parado en el umbral, sosteniendo un paquete envuelto en papel kraft y una botella de vino tinto. Sus ojos brillaban con complicidad. Bang tomó el paquete con manos temblorosas. El papel crujía bajo sus dedos mientras lo desataba cuidadosamente. Cuando finalmente reveló el contenido, sus ojos se llenaron de asombro. Bang abrazo a su amigo por el regalo. Era un gesto simple pero significativo, un reconocimiento de su pasión por la música y la creatividad.

Después de un abrazo sincero, Seo y Bang descorcharon la botella de vino. Las copas tintinearon mientras brindaban por la amistad y los momentos compartidos. Se sentaron en los cojines junto a la ventana, mirando hacia el mar.

JJusto cuando estaban sumergidos en sus recuerdos, la puerta volvió a sonar. Bang se levantó y abrió, encontrándose con Osamu, un colega del hospital a quien Bang habia invitado. Osamu sonrió y le entregó un cuadro envuelto en papel de seda. En la imagen, Bang estaba junto a su padre, ambos sonrientes y abrazados, sentados frente a un gran piano de cola. Era una de las pocas fotografías que tenía de su padre, quien había fallecido cuando él era joven.

Bang apenas pudo hablar. Las lágrimas llenaron sus ojos mientras miraba la imagen. La emoción lo embargó por completo.

- Muchas gracias, Mukai, en verdad, muchas, muchas gracias.

Bang le dio un fuerte abrazo y luego se limpio las lagrimas, sabiendo que su colega estaba pasando por un duro proceso decidió guardar el alcohol para otra ocación discimuladamente.

- El frío del mar amerita algo caliente, ¿les parece bien que tomemos un cafe o alguna inficion de ese estilo.

Bang le hizo un gesto a Seo quien de inmediato se dio cuenta de que hablaba para que le siguiera la corriente y Osamu no tuviese que pasar un mal rato.

por **Casper Brummell** Sáb 20 Jul 2024, 13:22

Casper ajustó su gorra y miró el reloj. Era hora de recoger a Hang Ah. Tachibana, sentado en el asiento del copiloto, revisaba una lista de posibles regalos para Bang. "¿Qué crees que le gustaría?", preguntó, frunciendo el ceño.

– No estoy seguro – respondió Casper, encendiendo el motor de la patrulla. – Pero siempre he pensado que una caja de herramientas es útil. Especialmente para alguien que vive en una cabaña. –

Tachibana asintió, satisfecho con la idea. "Sí, eso suena perfecto. Vamos a la tienda de herramientas antes de recoger a Hang Ah."

Después de una rápida parada en la tienda, donde eligieron una caja de herramientas robusta y bien equipada, se dirigieron a la casa de Hang Ah. Ella los esperaba en la entrada, con una sonrisa radiante.

El viaje hacia las barcazas fue tranquilo, con el sol reflejándose en el mar y una brisa suave que hacía ondear las banderas en los mástiles. Al llegar, las cabañas suspendidas sobre el agua les dieron la bienvenida con su diseño elegante y minimalista.

Caminaron por las plataformas de madera, escuchando el suave crujido bajo sus pies y el murmullo del agua. Finalmente, encontraron la cabaña de Bang, decorada con luces festivas y globos.

Casper se adelantó y llamó a la puerta. Unos segundos después, Bang apareció con una sonrisa amplia.

– ¡Feliz cumpleaños! – dijeron al unísono, entregándole la caja de herramientas. – Muchas gracias por colaborar con la guardia, espero que te sean de utilidad. – Dijo Casper quien sostenia de la mano a Hang Ah. – Ella es Kim Hang Ah, mi novia. –

Entraron en la cabaña, donde la música y las risas llenaban el aire, listos para celebrar una noche inolvidable.

por **Kim Hang Ah** Dom 21 Jul 2024, 00:40

Kim Hang Ah se encontraba en su nueva casa la cual habitaba hace un par de meses. Rápidamente terminó de revisar un expediente clínico para un caso de atención a un hombre lobo, aunque ya prácticamente formaba parte de la salita ayudando en emergencias, seguía formandose y rindiendo algunos exámenes libres en la universidad Faro Azúl, puesto que sabía que los pacientes de este mundo no eran iguales a los que en su momento le tocó atender en Terra. Aún así , entre los exámenes y el trabajo se dejaba gran parte de su tiempo para encontrarse con su novio Casper Bruemmell.
Ese día Casper y Tachibana pasarían por ella para que los acompañará al cumpleaños de un amigo del guardián [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] ,de algún modo esa invitación la hacía sentir feliz, puesto que el que la consideraran para ese tipo de eventos tan íntimos la hacía sentir que cada vez era más parte de éste mundo que del suyo el cual dejó atrás.
Sabía que el cumpleañero había sido un artista famoso, por lo que un día antes de regresar a su casa desde el trabajo, pasó por la librería y compró a [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] un [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] para que el chico siga componiendo. No le gustaba llegar con las manos vacías por eso se las ingenió para conseguir aquél cuaderno personalizado.
Se preparó rápidamente, tomó el presente para el homenajeado en sus manos y espero tranquilamente en la entrada. A los pocos minutos la patrulla de la guardia estaba afuera de su casa por lo que al ver a su enamorado inmediatamente le sonrió, se acercó, lo saludó con un pequeño beso y luego a Tachibana, se sentó en la parte trasera del vehículo y salieron rumbo al lugar de celebración. Al llegar a las barcazas Hang Ah se inquietó un poco, puesto que si bien el lugar y paisaje le parecían hermosos ella no se sentía muy cómoda cruzando una plataforma que está sobre el agua. Más lo disimuló para no preocupar ni incomodar a nadie.
Finalmente cuando llegaron, Escuchó saludar a Casper y entregar junto a Tachibana el regalo, a los segundos, la presentó cómo su novia y Hang Ah haciendo una venía saludó al festejado entregando a la vez su presente. - Mucho gusto en conocerlo, al ser una ocasión especial y la primera vez que nos vemos, no quise venir con las manos vacías. Espero pase un lindo cumpleaños y todos sus deseos se vuelvan realidad. Tan pronto el chico saludó, ingresaron al interior en el cuál habían más personas a los cuales Hang Ah saludó también de manera cordial mientras pensaba para si misma. -De alguna forma, ésto se siente cómo en Terra, cuando estaba rodeada de hombres. Este pensamiento surgió debido a que era la única chica en el lugar, lo cual no le incomodaba. Solo esperaba que su presencia no molestara a nadie por el hecho de ser de terra.

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