BOTICA DE MARI AHJELL YOUNG

por **Winderwing** Mar 01 Ago 2023, 19:33

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Pócimas ungüentos y más:

por **Mari Ahjell Young** Miér 02 Ago 2023, 10:50

Toda la mañana había estado limpiando y acomodando para la apertura de su botica.
Ella sin saber lo que le deparaba el futuro, pero no quería estar alejada del ser que le habían asignado.
Habia estado dos años aprendiendo nuevas tecnicas en el instituto, y cuando por fin logro dominar lo que ella necesitaba, dejo el lugar.
Mari intetaria darlo todo de si misma, para conquistar a ese ser y para su botica. pues encontro que amaba crear pociones.
Mari era una hervis, por lo que esto le ayudaba.

Esa mañana colocó el cartel "abierto" por primera vez y aguardo. Sin anuncios y en el lugar donde estaba ubicada, seria algo dificil que lo encontrasen, pero tenia esperanzas, que era lo ultimo que se debia perder.

por **Ren Dung He** Miér 02 Ago 2023, 15:12

Ren esa mañana se había despertado temprano para despedir a su esposa quien iria a trabajar, una hora más tarde estaba cortando leña en el fondo de su casa para los troncos se secaran a tiempo, sin embargo tuvo que dejar lo que estaba haciendo por la lluvia.

Al entrar en su casa ese escozor en su mente seguido por la voz de su esposa lo detuvieron, quería que buscase a una boticaria llamada Mari.- Mari... Mari... ¿porque siento que la conozco?–Ren cerro sus ojos y penso en ese nombre [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] recordando que si la conocia, ya que el año pasado habia estado en varias de sus clases.- ¿Una niña puede ser boticaria? –Se preguntó mientras se concentraba para ubircarla con su radar. cerro los ojos y respiró profundamente mientras decia aquel nombre en su mente. - Lo tengo. – Este tomo las llaves de su automovil y condujo hasta donde pudo, luego de esto camino un par de minutos hasta dar con la tienda.
- Buenos días... ¿Cómo esta? tal vez le suene extraño pero estaría necesitando alguna pócima o algo... que resuelva un "asunto" de licantropia. – Con suerte, la jovencita sabría, aunque al verla bien, ya no era la pequeña que conoció el año pasado, si no una niña con cabello blanco.

por **Mari Ahjell Young** Jue 03 Ago 2023, 12:30

Su primer cliente, quien diria que seria su ex profesor de Kyudo. - Bienvenido. Mari escucho lo que venia a comprar, una pocion muy dificil de realizar y muy peligrosa. - La pocion matalobos, o pocimas para los licantropos, es muy peligrosa si no se hace correctamente, por suerte para usted, soy una de las mejores... Meri camino hasta un estante y extrajo de él una botellita. - Esta pocion se prepara bajo la 4ta luna llena en la cima de un monte helado, su ingrediente principal es el aconito... ¿ve porque le digo que es peligrosa si no lo hacen bien?... puede matar a la persona que la beba Mari coloco la botellita sobre la mesa

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- Cuesta 8.000 derwos Dijo finalmente sonriendo

por **Ren Dung He** Jue 03 Ago 2023, 15:03

La boticaria le comentaba que la poción era rara y peligrosa, cuando se giro a buscarla Ren cerro los ojos y trato de hablar mentalmente con [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] "Conseguí lo que querías... te la llevare lo más rapido que pueda"

La joven de cabellos blancos estaba frente a él con la botella, era muy pequeña. - ¿Que? ¿Ocho mil derwos?... –Ren pensó que era demasiado para un frasco tan pequeño, pero su esposa lo necesitaba con urgencias así que no lo dudo más.- Esta bien... –Este le pago a la boticaria la suma sin mucho animo. - ¿Algo más que deba saber?. – Pregunto mirando la botella.

Se a transferido a la cuenta de [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] el total de: 8.000 Derwos

por **Mari Ahjell Young** Jue 03 Ago 2023, 21:03

- Me parece un precio razonable para todo lo que conlleva la preparación. El cliente se quejó, pero finalmente accedio a pagar el presio. Mari no tenia interes en quien lo usaria, pero esperaba que le resultara. - Una ultima cosa. Debe colocar una gota en un vaso con agua y beberlo cuando este se torne verde y largue un pequeño vapor azul verdoso. cada noche antes de la luna llena. ¡UNA SOLA GOTA! Mari le entrego la botella y contó el dinero. - ¡Que tenga buen día! Dijo, viendo marcharse al cliente.

Ambientacion escribió:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] ha transferido a su cuenta: 8000 derwos.

por **Winderwing** Dom 13 Ago 2023, 20:52

!

LimpiezaEsta area esta limpia.

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por **Theonius Sinclaer** Dom 17 Sep 2023, 14:22

Theo se dirigió hacia la entrada de la botica, oculta en una de las entradas del bosque. Camino lentamente apesar de su apuro, pues no queria encontrarse con ella en realidad.
Al llegar la vio colocando algunos frascos en un estante.
- Es tiempo que regreses a tu hogar.- Le espeto sin más. La seriedad de sus palabras se clabarian en su alma de tal forma que no tendria mas remedio que marcharse.- No vas a ganar nada quedandote, no tengo intenciones de casarme y mucho menos contigo. - Le aclaró. - Así es que, ya puedes juntar todo y volver a tu colonia, deja de perder el tiempo aqui.- Con esa maldad, penso Thelo, ella deberia regresar con su familia y no vivir sola en un lugar tan apartado de todos.

por **Mari Ahjell Young** Lun 18 Sep 2023, 19:27

Cantando un cántico proveniente de nirvana, Mari limpiaba y ordenaba su botica. no había tenido tantos clientes como esperaba, pero era algo, ademas, lo que ella quería era ayudar con sus pociones al resto de personas del lugar. Aportar la semilla como dirían algunos.

Mientras guardaba algunos frascos vacíos en la estantería oyó la puerta abrirse. - Bienvenido. Su sonrisa se esfumó en el aire al ver quien había entrado. su "esposo" aunque la ceremonia nunca se había iniciado.

Por el contrario, él no la saludo y ademas de eso, la echó sin decir mas nada. - No voy a regresar. No lo haría y tampoco podía hacerlo, ya que sus ancestros le prohibieron regresar sin él.

El Inti fue cruel, pero ¿qué más podía hacer? - Yo, si deseo casarme contigo... pero no te obligare a nada que tu no quieras, sin embargo, no regresaré a mi hogar. Contenia las lagrimas. habia vivido tantos años en su hogar, alegre, sin preocupaciones, sin dolor, ni frio, ni hambre. Gracias a esa union, comenzó a experimentar todo lo malo. pero aun asi, él le gustaba mucho.
- No estoy perdiendo el tiempo ¿sabes? estoy tratando de ayudar a las personas y criaturas que desean mejorar... el otro dia, por ejemplo, un licantropo me compro una pocima... No queria decirle esas cosas, no le importarian, pero tampoco queria que pensara que no se sabia valer por ella misma

por **Theonius Sinclaer** Mar 19 Sep 2023, 03:19

El deseo que tenia Mari era verdaderamente increíble, pero él no se echaría para atrás en su decisión.
- Vale, dices que quieres quedarte, que quieres hacer vida aquí... Mucho menos podríamos casarnos, tu aspecto... aunque supiesen que tu edad precede a tu apariencia, no se vería bien. ¿Lo entiendes?.- Era verdad que su apariencia le restaba emociones, más que enamorarse de ella, la vería siempre como una niña. No podría pensar si quiera acostarse a su lado.

Sabia que la habia herido, no era su culpa tener esa apariencia, eran sus genes. pero aun asi... en sus tierras las mujeres llevaban a tener una apariencia adulta, por lo que era facil y correcto establecerse en familia. Los nirvanos en cambio, debian pasar mas de 400 años para adoptar su cuerpo adulto.- Será mejor que desistas esa idea de casamiento, o por el contrario, busques a alguien que tenga la misma apariencia que tu. - Theo se giro dispuesto a marcharse del lugar, por el contrario, observo un pequeño desvan con una cama en él.- ¿Duermes aqui? - De pronto lo abordó la culpa, ya que por él ella estaba pasando por toda aquella situación.

por **Mari Ahjell Young** Jue 21 Sep 2023, 22:00

Mari no pudo contenerlo mas y sus lagrimas comenzaron a fluir como caudales por su rostro completamente serio mientras sus ojos se clavaban en el vació mismo de sus pensamientos. - No es necesario ser tan cruel, lo sabes, pero lo haces de igual manera, eres sádico por eso ¿y te llamas sanador?

Él le gustaba, le gustaba mucho, y sabía que si ella no tuviese esa apariencia, él también gustaría de ella.- No es mi culpa ser de este modo, mi cabello ya esta gris, pronto... no lo se aun, tal vez pueda hacer la metamorfosis y traer al exterior mi forma adulta ¿No puedes esperarme? Él, siendo aun cruel, le dijo que se buscara a alguien con su misma apariencia, eso trajo a su memoria un amigo de nirvana, que tambien deseaba el compromiso, pero sus ancestros lo habían rechazado.

Creyendo que ya se había marchado ella quedo alli en silencio, pero su voz la volvió a la realidad. - No necesito más. duermo cuando tengo sueño alli dentro, como de lo que me provee la naturaleza del bosque y bebo del manantial que esta aquí cerca. Ese era el estilo de los nirvanos, así había sido siempre, y así seria.

Sin muchas esperanzas se le ocurrió llamar a su bondad.
- Paso frío en invierno y me es asfixiante en verano, pero es lo único que tengo, eso y esta botica que era en realidad un cobertizo abandonado que compre en el ministerio... es por eso que no me queda mas dinero, el resto lo gaste en frascos, cazuelas, herramientas y cajas para mis pociones. Mari se quedo expectante, por si su miseria habría servido.

por **Theonius Sinclaer** Vie 22 Sep 2023, 06:01

El relato tan lamentable de Mari hace que Theo se sienta culpable y ruin, pero sabe que si la lleva a su casa podría comprometerlo tanto en su trabajo como en su vida social, está seguro que si alguien le preguntara a ella que es de él, esta le diría que es su esposa y eso lo perjudicaria de forma inmediata.
Con mucho pesar en su interior cerró su puño sin dejar de mirar esa covacha que tenia como dormitorio le dijo claro y firme.
- Vale, es tu decicion. Yo no te arrastraré hasta la entrada de tu colonia, si quieres sufrir estando aquí, hazlo.-Llego al umbral pero se detuvo dudando un poco más en salir.- Aún puedes conseguir a alguien que tenga tu misma apariencia,de todas formas no estamos casados legalmente. - Theo salió de alli recordando que lo habían engañado al mostrarle a una persona diferente detrás de las túnicas, cuando entro a la carpa y la encontró pensó que se trataba de una niña y salio huyendo de alli.
Desde aquel fatídico día en el que debía haber sido una fiesta la volvió a ver una sola vez.
Un año atrás se había presentado en el consultorio por una herida y no la reconoció si no hasta que le habló.

Si bien le había contado el proceso de los nirvanos en su apariencia, este no podía verla como su esposa, solo la veía como una pequeña niña y no podía hacer más que eso, la curó, le habló con ternura para que entrara en razón pero eso solo hizo que ella se enamorara aún más de él. por lo que solo la comenzó a tratar con frialdad. Pero al parecer, todas las cosas que Theo hacía, no surtían efecto. Hasta que una noche solo la echó del consultorio y le dijo que no la quería volver a ver. de eso había pasado un año. Hasta que, por azares del destino, la encontró caminando por el bosque, recogiendo frutos, con una túnica cubriendo su cabellera gris. Entonces la siguió descubriendo así su botica.

Sumido por la culpa no pudo pronunciar mas palabras y siguió caminando, sin embargo, saliendo del sendero de tierra para encontrarse con el asfalto donde se encontraba su vehículo. Una vez dentro, tomo su móvil y marcó a la agencia inmobiliaria Moriati.

por **Math Izuno** Mar 26 Sep 2023, 21:26

Math bajó del autobús algo confundido junto al hombre de ojos extraños, este le indico un sitio a donde preguntar por el orfanato. "alli te daran fuerzas" le dijo, aunque él no lo comprendió del todo.
Camino por un sendero de tierra y se cruzó con un hombre de mirada afligida, por lo que no le quiso preguntar nada, siguió caminando y se encontró con una tienda por lo que ingresó en ella. Tal vez allí lo podrian orientar.
- Bu- buenas...
Llamó esperando que alguien le respondiera pronto, pues ya era algo tarde.
- ¿Hola?...
De pronto una joven se apareció por debajo del mostrador, tenía apariencia que había estado llorando.
- ¿Estas bien? ¿te han hecho algo?
Math obviamente no sabía que era una mujer adulta, ni mucho menos que pertenecía a la raza nirvana, solo la veía como una niña de cabello blanco.

por **Mari Ahjell Young** Miér 27 Sep 2023, 02:55

Mari no supo que decir ante sus directas, estaba muy triste y las lagrimas seguían cayendo por sus mejillas.
Cuando él traspasó la puerta Mari tomo los frascos que tenia en la mesada vacíos y se arrodillo cruzando sus brazos sobre sus piernas se puso a llorar desconsolada, hasta que la voz de un joven la hizo limpiarse y ponerse de pie.
Claro estaba que el niño se dio cuenta de su llanto. Ella lo observo, era uno de los chicos que iba al instituto, pero tenia el cabello diferente, en ese momento no se dio cuenta, pero emitía un aura diferente. - No te preocupes, un cliente que me trato mal y no pude contenerlo... ¿vienes por mi apertura?.

Mari notó que su cabello se veía muy bello.- ¿Te haz cambiado el color de cabello? Parece natural Al parecer el muchacho parecía confundido, como si no la conociera entonces Mari intrigada le preguntó. - ¿Que ocurre? acaso no eres [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] Fue ahí cuando la reaccion del muchacho le indicó que efectivamente no lo era.

por **Math Izuno** Jue 28 Sep 2023, 12:06

Math se quedo confundido cuando la joven le hablo como si lo conociera, mucho más cuando le mensiono que si se habia cambiado el cabello, cuando su cabello era así de nacimiento, nunca se habia puesto un tinte ni nada por el estilo.
- Creo que te confundes.
Pero su corazón dio un vuelco cuando esta le pregunto si no era [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] ¿acaso ese era el nombre de su hermano? ¿había tenido tanta suerte de encontrarlo tan rapido? o es que ¿aquel hombre sabia a lo que iba y lo ayudo?
- Déjame ver si entiendo, dices que conoces a alguien igual a mi... con el nombre Jae... algo.
Math colocó las manos sobre el mostrador de la tienda un tanto desesperado.
- Me llamo Math Izuno, tengo 18 años y me acabo de enterar que soy adoptado, estoy en busca de mi hermano gemelo... y me dices que ni bien baje del autobus... ¿Encontré información sobre él?
Math obviamente estaba impresionado, sus padres le habían dicho que ese lugar era mágico y lleno de cosas inimaginables, pero nunca se espero que la magia vendría tan rapido.

por **Mari Ahjell Young** Miér 04 Oct 2023, 07:09

Mari entendió rápidamente lo que estaba ocurriendo por lo que le pidió al joven que tuviera paciencia con lo que le contaria a continuación. — Bueno, primero debo decirte que es una suerte que te hayas topado al instante conmigo, que conozco a tu hermano; Él vive en el interior del bosque, en un lugar llamado "Instituto Seichi"— Mari le entrega al joven un vaso de agua — Por lo que recuerdo, tu hermano nunca fue adoptado.—

Mari notó que el joven tenía un aura similar, por lo que intuía que tenia la misma habilidad que su hermano. — Tal vez vaya al orfanato winchester, aunque es más seguro que logres encontrarlo en el instituto. de seguro te darán un pase si dices quien eres.— Luego pensó que ella no había regresado aún su placa espiritual, entonces pensó que podría ayudarlo. — Puedo ayudarte a encontrar a tu hermano, si tu quieres... ¿dijiste que acabas de llegar... tienes donde pasar la noche?— La botica era un lugar muy pequeño para dormir y la habitación que ella poseía era aún más pequeña por lo que no podría alojarlo, entonces pensó que lo mejor en esa situación, sería que fuera de todos modos al orfanato para que le den un lugar, ya que también alojaban a personas sin hogar. — Vamos, te acompañaré, por hoy no creo tener más clientes— Así cerrando todo el lugar, se encamino junto al joven hacia el orfanato.

por **Theonius Sinclaer** Lun 18 Mar 2024, 22:45

03.18.2024
Lunes de Tormenta.
Con [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

Theo, el sanador del sanatorio Winderwing, salía de su lugar de trabajo, su mente ocupada con los eventos del día. La tormenta eléctrica que se desataba sobre la ciudad no era más que un tenue eco en su conciencia, mientras sus pensamientos vagaban por otros derroteros. Su automóvil, un modelo antiguo pero confiable, se deslizaba por las calles anegadas, los limpiaparabrisas luchando contra el aguacero.

Sin embargo, en un giro inesperado, Theo se encontró en la entrada del bosque, el camino a su hogar olvidado. La botica de Mari, con su fachada de madera y su techo de paja, emergía entre los árboles como un recuerdo de un cuento de hadas. Mari, la pocionista con apariencia de niña, era una figura que despertaba en Theo sentimientos encontrados. A pesar de su edad, su aspecto era el de una inocente de 12 años, lo que había impedido que Theo se decidiera a casarse con ella, a pesar de que ambos pertenecían a razas longevas: él un inti de 108 años y ella una nirvana de 106.

Aunque había rechazado el matrimonio, Theo no podía negar la preocupación que sentía por Mari. Ella había seguido sus pasos hasta el pueblo y ahora vivía en la botica, en un cuarto diminuto y sin ventanas. Su trato hacia ella era frío, una fachada para impulsarla a regresar a la colonia nirvana, pero su corazón se debatía entre la preocupación y el deber.

Con la tormenta arreciando, Theo aparcó su vehículo y tomó un paraguas azul, diseñado especialmente para resistir las inclemencias de tales tormentas. Bajó con cautela, sus botas chapoteando en los charcos que se formaban en el suelo. Se dirigió hacia la botica, su silueta recortándose contra los relámpagos que iluminaban el cielo.

Al llegar, la puerta de la botica estaba cerrada, y no había señales de Mari. La preocupación se apoderó de Theo; la botica, prácticamente engullida por el bosque, era un lugar solitario y peligroso durante una tormenta. Miró a su alrededor, buscando algún indicio de su paradero, mientras el viento aullaba entre los árboles y la lluvia caía con fuerza, como si el cielo mismo llorara por la ausencia de Mari.

La lluvia se intensificaba, cada gota una sinfonía de la naturaleza que resonaba en el bosque. Theo, con la desesperación marcando cada paso, gritaba el nombre de Mari, su voz perdida entre el estruendo de la tormenta. — ¡Mari!— resonaba una y otra vez, pero solo el eco le respondía, burlándose de su angustia.

Decidido y sin más opción, Theo se adentró en el bosque, dejando atrás el paraguas azul que ahora yacía olvidado en la entrada de la botica. La maleza y los árboles formaban un laberinto natural, y el paraguas solo era un estorbo en su búsqueda frenética. La lluvia empapaba su ropa, pegándola a su piel, y el frío se colaba hasta sus huesos, pero nada de eso importaba; solo encontrar a Mari.

Recorrió los alrededores, cada rincón y cada sombra que la luz de los relámpagos le permitía ver, pero Mari no estaba allí. La preocupación se transformaba en pánico. ¿Y si le había pasado algo? ¿Y si la tormenta...? No, no podía permitirse esos pensamientos. Mari era fuerte, una nirvana con siglos de sabiduría, pero incluso los sabios pueden encontrarse en apuros.

El tiempo pasaba, y con cada minuto que transcurría, la esperanza de encontrar a Mari disminuía. Theo sabía que debía actuar rápido; la tormenta no mostraba signos de amainar, y cada momento era crucial. Con el corazón pesado y la determinación de no rendirse, continuó su búsqueda bajo la furia de la tormenta.

por **Mari Ahjell Young** Lun 18 Mar 2024, 23:20

Mari se sentía perdida en un mar de emociones. La tristeza y la furia se entrelazaban en su pecho, una dualidad que reflejaba la tormenta que se gestaba en el horizonte. Durante una semana, se sumió en una meditación profunda, ignorando las necesidades básicas de su cuerpo, en un intento desesperado por comprender por qué el amor de Theo le era esquivo.

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Con el primer trueno, su cuerpo comenzó a retorcerse en dolor, como si la misma naturaleza empatizara con su sufrimiento. Y entonces, sucedió el cambio: su figura infantil se desvanecía, dando paso a la silueta de una adulta. El cabello, antes blanco como la nieve del tiempo, se oscurecía hasta convertirse en una cascada de sombras.

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Cuando el espejo finalmente le reveló a una Mari de 23 años, la incredulidad se apoderó de ella. Se vistió apresuradamente con su túnica, que ahora parecía más un vestido de niña que la prenda de una nirvana. Con paso decidido, se dirigió a la aldea de tiendas, donde la ropa nueva sería su armadura para enfrentar un futuro incierto.

La felicidad la embargaba, pensando que ahora podría luchar por el amor de Theo sin las barreras que su antigua forma imponía. Pero al regresar, la tormenta había crecido en intensidad, como si presagiara nuevos desafíos. Sin dudarlo, tomó un taxi hacia el sanatorio, esperando encontrar allí a Theo, pero él no estaba.

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Con la persistencia que la caracterizaba, tomó otro vehículo, esta vez hacia el bosque donde se encontraba su botica. La lluvia caía con fuerza, ocultando el otro automóvil estacionado. Al llegar, un paraguas azul la esperaba en la entrada.

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por **Theonius Sinclaer** Lun 18 Mar 2024, 23:35

Theo, exhausto y empapado por la incesante lluvia, decidió regresar a la botica. La esperanza de que Mari hubiera vuelto lo impulsaba a avanzar, a pesar del cansancio que pesaba en sus hombros. Al llegar, su mirada se posó en una muchacha desconocida que contemplaba el paraguas azul que él había dejado olvidado en la entrada. Con la respiración agitada y el corazón latiendo con fuerza, Theo se acercó, creyendo tal vez que era una cliente.— Disculpa, ¿no habrás visto entrar a una niña de cabello blanco? — preguntó con urgencia, sin notar que la lluvia había borrado las huellas de su propia búsqueda.

La joven levantó la vista hacia él, y por un instante, sus ojos se encontraron. Había algo familiar en esa mirada, algo que resonaba en lo más profundo de su ser, pero la confusión del momento le impedía conectar los puntos.

Theo se pasó una mano por el rostro, apartando mechones de cabello empapados y dejando al descubierto las marcas de su odisea. No se había dado cuenta de las heridas que adornaban su piel, ni de la suciedad que manchaba su ropa; su mente estaba únicamente enfocada en encontrar a Mari.

Con un suspiro, Theo se dio la vuelta, dispuesto a continuar su búsqueda bajo la tormenta.

por **Mari Ahjell Young** Lun 18 Mar 2024, 23:47

Mari se encontraba en la penumbra, con la mirada fija en el paraguas que descansaba en un rincón. Se preguntaba a quién pertenecería aquel objeto olvidado, cuando de repente Theo apareció en el umbral, una figura casi irreconocible, empapado hasta los huesos por la lluvia torrencial que azotaba la zona. Su ropa estaba manchada de barro y su piel mostraba cortes y rasguños, testimonio de alguna caída o golpe reciente.

Mari sintió un vuelco en el corazón al verlo en tal estado, pero lo que realmente la dejó sin aliento fue la mirada de Theo. Sus ojos, normalmente serenos y cálidos, ahora estaban llenos de un terror desgarrador. Buscaba algo o a alguien, pero claramente no era a la Mari que tenía delante. Él preguntó si se habia visto, llamandola "una niña de cabello blanco"

Ella permaneció inmóvil, observándolo con una mezcla de preocupación y confusión. — Yo... —Tuvo miedo de revelarse, ¿que pensaría si la veia así luego de haberla buscado hasta llegar a tal estado? ¿se enojaria, se aliviaria?

Él giró volviendo a sus pasos ¿Debía acercarse y ofrecerle consuelo, o respetar su evidente desorientación y dejarlo marchar? En su mente, las palabras se agolpaban, pero ninguna parecía adecuada para romper el silencio que se había apoderado de la entrada. Theo, aún ajeno a la presencia de Mari, continuaba su búsqueda frenética, dejando tras de sí un rastro de desesperación y miedo.

por **Theonius Sinclaer** Lun 18 Mar 2024, 23:51

Theo, con la mente nublada por la preocupación, de repente se detuvo. Una idea que no había considerado antes se abrió paso en su pensamiento agitado. ¿Y si Mari estaba dentro de la botica, herida o incapaz de responder? Movido por un impulso de temor y desesperación, se lanzó contra la puerta con toda su fuerza, intentando forzar la entrada.

El estruendo de la puerta cediendo bajo su peso rompió el silencio de la noche. Theo irrumpió en el interior oscuro y silencioso de la botica, llamando a Mari con una voz que denotaba tanto miedo como esperanza. Su mirada se deslizaba frenética por cada rincón, buscando alguna señal de ella.— ¡Mari! — Finalmente, después de unos momentos que parecieron eternos, Theo se detuvo. La botica estaba vacía, sin rastro de la pequeña Mari. Con el corazón latiendo desbocado y la respiración entrecortada, se dio cuenta de su error. No había peligro allí, solo las sombras y los ecos de un miedo infundado.

por **Mari Ahjell Young** Lun 18 Mar 2024, 23:59

Mari se echo para atrás cuando de pronto y sin avisar nada Theo se abalanzó sobre la puerta, claramente ella tenia las llaves del lugar, pero ¿como decirle aquello sin contarle la verdad? La muchacha, que había observado la escena con una mezcla de sorpresa y culpa, se apresuró a seguirlo. — ¡Espera! te harás daño... — exclamó, pero Theo estaba demasiado consumido por su pánico para prestar atención.

Ver a su querido montar semejante desasosiego por ella le producía felicidad, culpa y ganas inmensas de llorar pues hasta ese momento ella pensaba que él la aborrecía por tener apariencia infantil.
Finalmente, después de unos momentos que parecieron eternos, Theo detuvo su busqueda, la muchacha se acercó a él, colocando una mano en su hombro. — No esta aquí — dijo suavemente, intentando calmarlo. Theo, al fin, la miró a los ojos, un relampajo ilumino el lugar por un instante haciendo que ella se asustara y llevara las manos a sus oidos pues pronto sonaria el estruendoso trueno que lo acompañaba.

por **Theonius Sinclaer** Mar 19 Mar 2024, 00:14

Theo entró a la botica con el corazón palpitante, sus ojos escudriñaban cada rincón oscuro del lugar, buscando desesperadamente alguna señal de Mari. La penumbra lo envolvía, y el silencio era solo interrumpido por el sonido de su propia respiración agitada. Mari, siguiéndolo en secreto, observaba con cautela desde las sombras, su presencia tan silenciosa como la noche misma.

En un instante, un relámpago rasgó el cielo, y la botica se iluminó con una luz cegadora. Theo giró sobre sus talones, y sus ojos se encontraron con los de una joven que no era la niña que recordaba, sino una mujer en la plenitud de sus veinte años. La chispa de Mari brillaba en la mirada de la muchacha, un destello de reconocimiento que cruzó la distancia entre ellos, él la observó incrédulo.

El gesto inocente de la joven al cubrirse los oídos por el estruendo del trueno fue la revelación que Theo necesitaba. Su corazón, que había estado oprimido por la incertidumbre y el miedo, se inundó de un alivio abrumador. Las lágrimas brotaron de sus ojos, no de tristeza, sino de gratitud y alegría por haberla encontrado al fin. — Ashhhi ¡¿Por qué no me dijiste antes que eras tú, que estabas bien?! — gritó Theo, su voz quebrada por la emoción.

La abrazó con una fuerza que parecía querer fusionar sus almas, consolando su propio corazón del terror que había sentido al no saber dónde estaba ella. En ese abrazo, no solo buscaba calmar el temblor de sus manos, sino también el de su espíritu, que por fin encontraba paz en la certeza de que Mari estaba a salvo.

Sin embargo eso no le decia nada de su repentino y extraño cambio; por lo que al percatarse que aun la tenia abrazada la solto casi lanzandola y nervioso miró hacia todas partes buscando que hacer. — Primero... traigamos luz. — Incomodo notó por fin lo que habia hecho con la puerta de entrada y en la oscuridad se juro a si mismo por mostrarse de esa forma ante ella.

por **Mari Ahjell Young** Mar 19 Mar 2024, 00:31

Mari, aún conmocionada correspondió al abrazo de Theo con una mezcla de alivio y nostalgia. Por un momento, se permitió cerrar los ojos y disfrutar del calor que emanaba de él, a pesar de estar completamente mojado con la lluvia que helaba. La sensación de sus brazos alrededor de ella era un bálsamo para su alma, un remanso de seguridad en medio de la tormenta que rugía afuera.

Cuando Theo la empujó hacia atrás, Mari abrió los ojos, sorprendida por la repentina distancia entre ellos. Lo observó con preocupación, notando cómo su mirada se perdía en la oscuridad, buscando algo que ella no podía ver. Intentó hablar, pero él la interrumpió con urgencia, insistiendo en que necesitaban encender una lámpara.

La puerta de entrada, destrozada por la fuerza de Theo al entrar, permitía que la lluvia y la suciedad del bosque invadieran la botica, manchando el suelo de madera. Pero a Mari no le importaba el desorden ni el caos; su mente estaba completamente ocupada por Theo y la intensidad de sus emociones. La actitud protectora que él había mostrado, tan diferente de la frialdad que ella recordaba, la dejó sin palabras.

Con manos temblorosas, Mari buscó entre los estantes hasta encontrar una lámpara de aceite. Con movimientos cuidadosos, encendió la mecha y la luz suave comenzó a llenar la habitación, disipando las sombras que los habían envuelto. Se acercó a Theo, sosteniendo la lámpara entre ellos, y le ofreció una sonrisa tímida.

— No te preocupes por la puerta, ni por el desorden — dijo con voz suave. — Llamaré a alguien para que la arregle en la mañana

Mari aun sentia caminar entre cristales con él, pues a pesar que se sentia aliviada y llena de gratitud, no le habia dicho nada sobre lo que le habia ocurrido y él no mostraba ningun indicio de nada en realidad.

por **Theonius Sinclaer** Mar 19 Mar 2024, 22:50

Theo, con el rostro bañado en sombras de vergüenza, desvió la mirada de los ojos expectantes de Mari. — Me haré cargo de los gastos. — murmuró, su voz apenas audible sobre el crepitar de la lámpara.

Con cuidado, levantó los restos de la puerta, colocándolos contra el marco vacío. La madera, aunque fracturada, serviría como barrera temporal contra la lluvia y los escombros que el viento arrastraba desde el bosque. Mientras trabajaba, su mente no podía evitar divagar hacia el misterio que era Mari.

Hacía apenas una semana, la había visto por un instante, y su apariencia era la de una niña, su cabello blanco como la nieve, la única señal de su edad verdadera. Ahora, de pie ante él, transformada en una mujer adulta, su presencia imponente y serena. Theo luchaba por encontrar las palabras adecuadas, queriendo abordar el cambio drástico sin parecer intrusivo o insensible. Cada vez que el tema rozaba la superficie de la conversación, él lo desviaba hábilmente, temeroso de lo que la verdad podría significar para su frágil vínculo.

La transformación de Mari era un enigma envuelto en silencio; un silencio que Theo no se atrevía a romper, aunque la curiosidad le quemaba por dentro.

Theo se detuvo un momento, la luz de la lámpara revelando la verdad de su estado. Su ropa, antes limpia, ahora estaba empapada en el barro oscuro de innumerables caídas en el bosque. Las manchas marrones adornaban su figura como un mapa de su desesperada búsqueda por Mari. Observó sus brazos, marcados con cortes finos y precisos, recuerdos de las ramas que habían rasgado su piel sin piedad. En su rostro, las líneas rojas de sangre seca se entrecruzaban, formando un patrón caótico que hablaba de su frenética carrera a través del bosque.

Durante la búsqueda, la adrenalina había amortiguado el dolor, su mente enfocada únicamente en encontrar a Mari. Pero ahora, en la quietud de la botica, con la luz suave acariciando cada superficie, su cuerpo comenzó a gritar la verdad de su condición. Cada movimiento era un recordatorio punzante de las heridas que había ignorado, cada paso un esfuerzo que parecía consumir lo último de su energía.

Theo se apoyó en el mostrador, permitiendo que el peso de su cuerpo descansara por un momento. El cansancio se apoderó de él, tan abrumador como la oscuridad que había enfrentado en el bosque. A pesar de la calidez que Mari había traído a la habitación, no podía evitar sentirse vulnerable, su cuerpo y espíritu llevados al límite. Era un hombre marcado no solo por la física batalla contra la naturaleza, sino también por la tormenta emocional que había atravesado.

En la penumbra, Theo se permitió sentir el peso completo de su odisea, cada moretón, cada corte, cada músculo adolorido. Y aunque su orgullo le instaba a mantenerse fuerte frente a Mari, sabía que esta noche, había sido llevado al borde de su resistencia.

por **Mari Ahjell Young** Mar 19 Mar 2024, 23:06

Mari observó a Theo con una mezcla de amor y aprensión, su corazón latiendo con fuerza ante su oferta de pagar por la puerta rota. Aunque temblaba por dentro, su exterior mostraba una calma serena. Había meditado durante mucho tiempo para lograr esa transformación, pero aún no sabía si su nueva forma era temporal o permanente. La incertidumbre la llenaba de temor, especialmente porque Theo siempre la había rechazado por su apariencia de niña. Ahora, como adulta, anhelaba su aceptación pero temía preguntarle, preocupada por lo que él podría pensar de ella.

Cuando Theo se apoyó en el mostrador, evidenciando su agotamiento y dolor. — Estas herido... Sientate aquí — dijo con voz suave acercándole un taburete.

Con la determinación de quien conoce bien su oficio, se puso a buscar hierbas y el mortero, su mente enfocada en preparar un ungüento curativo. Encontró también una cubeta y la llenó con agua tibia para limpiar la suciedad que manchaba la piel de Theo.

Con un coraje nacido del cuidado y la preocupación, Mari se acercó a Theo. — Debes quitarte esa ropa mojada le dijo con firmeza — Caerás enfermo... recuerda que eres doctor, no debes enfermarte

Sin esperar respuesta, se apartó para buscar una manta con la que él pudiera cubrirse. Su voz era suave pero decidida, reflejando la dualidad de sus emociones: el amor que sentía por Theo y el miedo a lo desconocido que su transformación habia traido en ese momento.

por **Theonius Sinclaer** Mar 19 Mar 2024, 23:15

Theo, atrapado entre el deseo de mantener su fachada fría y la realidad de su vulnerabilidad expuesta, se encontró en una encrucijada de emociones. — Solo... pásame la cubeta, mi automovil no esta lejos... — La firmeza en la voz de Mari lo había sacudido, desmoronando las murallas que había construido alrededor de su orgullo. Con un suspiro que parecía llevarse consigo los últimos vestigios de su resistencia, comenzó a despojarse de su ropa embarrada, dejando al descubierto la piel marcada por las cicatrices frescas de su odisea.

Se quedó solo en pantalones, la humedad del tejido aún adherida a su piel como un recordatorio frío y húmedo de las pruebas que había enfrentado. Theo sintió una ola de vergüenza al estar tan expuesto, una sensación nueva y desconcertante para él, que siempre había sido una fortaleza de autocontrol y reserva. Nunca antes había permitido que alguien lo viera en un estado tan desprotegido, y mucho menos Mari, cuya opinión, aunque no lo admitiera abiertamente, valoraba profundamente.

La luz de la lámpara de aceite bailaba sobre su piel, proyectando sombras que parecían jugar con su incertidumbre. Theo se encontró en un momento de introspección, donde cada herida era un reflejo de su lucha interna, cada moretón una metáfora de los obstáculos que había superado, no solo en el bosque, sino también en su corazón.

Theo miró nuevamente hacia la puerta ahora destrozada por sus propias manos y pensó que no podía dejarla allí, al menos antes tenía la seguridad de que no entrarían criaturas pero rota la puerta, cualquier cosa podría entrar. — Puedes venir conmigo, si lo deseas. — Dijo finalmente ocultando su rostro de la luz.

por **Mari Ahjell Young** Mar 19 Mar 2024, 23:27

Mari regresó con una manta gruesa entre sus manos, tejida con los colores del crepúsculo, y se la entregó a Theo. Él, aún tembloroso por la mezcla de frío y vergüenza, la tomó con un gesto de agradecimiento silencioso. Mientras se envolvía en ella, sintiendo el calor reconfortante que le ofrecía, Mari se dirigió a su botiquín de primeros auxilios. Sus dedos hábiles seleccionaron hierbas y compuestos, mezclándolos con precisión para crear un ungüento de olor fuerte pero curativo, sus manos se movían con seguridad y propósito. La luz de la lámpara iluminaba su concentración.

Cuando ella se acercó para aplicar el ungüento sobre sus heridas, Theo se tensó, preparándose para el ardor de la medicina en su piel lastimada.

Ella trabajaba en silencio, pero sus ojos se encontraban ocasionalmente con los de él, comunicando una comprensión que iba más allá de las palabras.

Al escuchar la invitación de Theo para acompañarlo, algo que nunca había hecho antes, Mari se detuvo un instante. Su expresión era una mezcla de sorpresa y cautela. Theo siempre la habia expulsado de su lado, pidiendole que regresara a casa y que se olvidara el pacto de matrimonio que los unia, era inevitable que su corazón comenzara a latir intensamente pensando y analizando cada detalle. — Si te digo que si... ¿Me llevaras de regreso a la colonia? — Le pregunto con angustiante mirada que la hacian ver tierna bajo aquella luz.

por **Theonius Sinclaer** Sáb 23 Mar 2024, 16:47

Theo no pudo evitar una risa amarga al escuchar la pregunta de Mari. — No, no te llevaré de vuelta a las colonias nirvanas — dijo con una sonrisa torcida. Se levantó del taburete con dificultad, sintiendo cada músculo protestar, y hurgó en su bolsillo embarrado hasta encontrar las llaves de su viejo automóvil. — Espero que este cacharro arranque — murmuró, más para sí mismo que para ella. —Si tienes algo de valor, guárdalo o tráelo contigo —

Con la manta aún envuelta alrededor de sus hombros, Theo se dirigió hacia la puerta, su silueta recortada contra la luz tenue de la botica. Mari lo siguió, su mente girando con preguntas sin respuesta. Afuera, la lluvia había disminuido, pero el viento aún soplaba con fuerza, llevando consigo el eco de la tormenta que se alejaba. Theo abrió el paraguas azul con un chasquido y se lo pasó a Mari, asegurándose de que estuviera protegida de los últimos vestigios de la lluvia.

Luego, con un gesto práctico, ajustó la puerta improvisada que ahora servía como barricada contra los elementos. — Vamos — dijo, su voz apenas audible sobre el rugido del viento — Con prisa, pero con cuidado. No sabemos qué más nos puede traer esta tormenta.— Juntos, comenzaron a caminar hacia el automóvil, sus figuras encogidas contra la furia remanente de la naturaleza.

por **Narrador** Miér 17 Abr 2024, 06:33

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